A veces, los elementos más pequeños son los que más importan. Esto se aplica también en la práctica del golf.
En golf tenemos el tee, ese pequeño elemento al cual prácticamente todos los golfistas nos hemos acostumbrado y que sin él, la experiencia de juego cambia de forma radical.
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Cómo surge el tee en el golf
Pero no siempre ha sido así, de hecho, el tee es un invento reciente en la historia del golf. Hasta 1889, los jugadores de golf hacían un pequeño montón de arena o de tierra para elevar un poco la bola.
Esto, claro está, no era algo “limpio” ni tampoco demasiado elegante. Además, el campo quedaba perjudicado por andar sacando arena.
Antes de la llegada del tee, se añadían cajas de arena en los campos, pero esto no era suficiente para los jugadores, que demandaban algo más “sólido” y fácil de manejar.
El primer tee de golf fue creado por William Bloxsom y Arthur Douglas en 1889, el cual consistía en una pequeña placa de goma con púas elevadas. Al igual que todos los tees que vinieron después, era portatil.
El resto, como se suele decir, es historia, historia del golf en este caso.
Evolución y diseño actual del tee
Poco tiempo después llegaría el primer tee con clavijas, el “Perfectum” que gozó de una gran popularidad apareciendo en todas las revistas de golf del Reino Unido. Era una clavija de goma y hierro con dientes de goma en la parte superior para sujetar la bola con seguridad.
La siguiente evolución importante en los tees de golf, fue el “Victor“, patentado en 1897 por PM Matthews en Escocia, que sustituyó esos dientes de goma por una copa de goma naciendo así la forma moderna de los tees.
Otro tee de uso común en la época fue diseñado por el Dr. George Grant en 1899, el primer afroamericano graduado en la Facultad de Odontología de Harvard y uno de los primeros jugadores afroamericanos de golf. Era de madera y muy parecido al tee moderno, pero sin ser la cabeza cóncava.
Sin embargo, a pesar de todos estos nuevos tees portátiles, los golfistas de finales del siglo XIX y principios del XX siguieron utilizando en general los tees de arena: eran fiables, cómodos y tradicionales.
A principios de la década de 1920, otro dentista, el Dr. William Lowell, desarrolló y comercializó agresivamente el Reddy Tee, una clavija de madera con una cabeza en forma de embudo.
Eran baratos de hacer, fáciles de producir en masa y la campaña de ventas incluyó a la leyenda del golf Walter Hagen, que introdujo estos Reddy Tees en los circuitos profesionales de golf.
Influencia del tee en el juego
Es asombroso pensar que algo tan pequeño haya tenido tanta historia detrás, con años de desarrollo y perfeccionamiento. Con el paso de los años, este pequeño elemento ha cambiado la forma de afrontar el golpe de salida en golf y mediante el cual se ha conseguido dar una mayor uniformidad al golpeo, ya que desde su invención no importa tanto que el campo presente un desnivel o ciertas irregularidades.
El uso del tee consigue corregir este tipo de imperfecciones, elevando la bola unos centímetros del suelo y añadiendo una mayor estabilidad al primer golpe.
Y sobre todo llama la atención el cambio tan grande que supuso en la práctica de golf, en especial con la introducción del tee de madera, facilitando a los jugadores de golf de todo el mundo el apoyo de la bola sin ensuciarse al jugar a este deporte.
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¡Esperamos que te haya gustado este artículo de curiosidades de los tees!